Hace mucho tiempo os traje al blog una receta de hummus que preparo de vez en cuando, aderezada con alguna especia extra. Pero todavía no os había traído la receta tradicional, la básica, la "auténtica" podríamos decir, aunque el hummus, dependiendo del país, la región y hasta la familia, luego puede variar mucho como vitéis en esa ocasión. Pues bien, aquí tenéis esa receta básica, para los más puristas que quieran hacerlo al estilo más tradicional y es que, aunque las variantes queda muy ricas también, como esta, en mi opinión, nada. Una muestra clara de que lo complicado o muy elaborado no tiene porqué ser mejor. Esta receta es "PERFECTA". No necesita más :)
INGREDIENTES
- 200 gramos de garbanzos ya cocidos y escurridos
- 90 gramos de tahini (pasta de sésamo)
- 1 y 1/2 cucharadas de zumo de limón
- 35-40 ml de agua muy fría o hielo
- 1 diente de ajo
- sal al gusto
- 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
- Tanto si los garbanzos son de bote como si los hemos cocido nosotros, lo priemro que haremos es escurrirlos muy bien.
- A continuación, los ponemos en un procesador de alimentos y los trituramos.
- Seguidamente, añadimos el zumo de limón, la sal, el bicarbonato y el tahini y trituramos hasta obtener una pasta densa homogénea.
- Por último, añadimos el agua fría o el hielo (yo prefiero hielo) y batimos hasta obtener una textura muy cremosa, la propia del hummus. Es imprescindible para conseguir la textura ideal que el agua esté muy fría, por eso yo uso directamente hielo y queda genial.
- Ya está listo para servir. Si no lo vamos a servir en el momento, lo guardamos en la nevera tapado con papel de film y lo sacaremos de la misma 30 minutos antes de comerlo. Espolvoreamos un poco de pimentón o colocamos unas hojas de perejil o cilantro fresco para decorar. Ya veréis qué delicia!