Hoy tengo el placer de presentaros unos pastetilos de crema de queso y limón que quitan el sentido. Con un fuerte sabor a limón y un ligero toque de vainilla, estos mini cheesecakes os van a cautivar. Una delicia ideal para acompañar al café, por ejemplo. Vamos con la receta. Para 8 pastelitos:
INGREDIENTES
- 200 g de queso crema normal o light (tipo Philadelphia)
- 50 g de queso fresco batido 0%
- 1 huevo
- 40 g de azúcar o edulcorante. Si utilizáis edulcorante, la cantidad variará según la tipo. Yo utilicé 40 g de Sukrin granulado (eritritol) más unas gotas (2 o 3) de Stevia.
- Ralladura de 1 limón
- 30 ml de zumo de limón
- Una pizca de vainilla (al gusto)
PREPARACIÓN
- Esta receta es tan fácil como mezclar todos los ingredientes muy bien. La única indicación es, mejor, echar el huevo al final. Si aumentáis las cantidades para hacer un mayor número de pastelitos, y por tanto, usáis más de un huevo, debéis echarlos uno a uno. Mezclando bien antes de echar el siguiente. Así la masa queda mucho mejor.
- Una vez tengáis la mezcla lista, rellenáis unos moldes para magdalena o tartaleta, de papel o silicona y los metéis al horno precalentado a 160º durante 10 minutos.
- Pasado el tiempo, apagáis el horno y los dejáis otros 30 minutos más (horno apagado y cerrado).
- Después los sacáis y los dejáis enfriar un rato antes de meterlos en la nevera toda la noche. Una vez fríos los podéis comer, pero quedan mucho más ricos refrigerados y reposados durante una noche. Para servir podéis decorar con un poco de nata, mermelada, frutos secos o especias. En mi opinión es mejor no añadir nada que quite el protagonismo al intenso sabor del limón, así que yo solo puse unas estrellitas de anís para decorar, que me parecen tan bonitas, y tan monos! :)
Unos pastelitos que seguro que no os dejan indiferentes. Están verdaderamente deliciosos!
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- Esta receta es tan fácil como mezclar todos los ingredientes muy bien. La única indicación es, mejor, echar el huevo al final. Si aumentáis las cantidades para hacer un mayor número de pastelitos, y por tanto, usáis más de un huevo, debéis echarlos uno a uno. Mezclando bien antes de echar el siguiente. Así la masa queda mucho mejor.
- Una vez tengáis la mezcla lista, rellenáis unos moldes para magdalena o tartaleta, de papel o silicona y los metéis al horno precalentado a 160º durante 10 minutos.
- Pasado el tiempo, apagáis el horno y los dejáis otros 30 minutos más (horno apagado y cerrado).
- Después los sacáis y los dejáis enfriar un rato antes de meterlos en la nevera toda la noche. Una vez fríos los podéis comer, pero quedan mucho más ricos refrigerados y reposados durante una noche. Para servir podéis decorar con un poco de nata, mermelada, frutos secos o especias. En mi opinión es mejor no añadir nada que quite el protagonismo al intenso sabor del limón, así que yo solo puse unas estrellitas de anís para decorar, que me parecen tan bonitas, y tan monos! :)
Unos pastelitos que seguro que no os dejan indiferentes. Están verdaderamente deliciosos!
Qué los disfrutéis! :)
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¡Pero qué rico! Y qué plato taaan bonito <3
ResponderEliminarJeje, has visto?!!! Ya te contaré ;) Un besazo!
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