Con el título que lleva la entrada de hoy os estaréis preguntando quién es Tante Hilde (la tía Hilde), y yo por supuesto paso a contaros quién es y porqué la recuerdo hoy, antes de mencionar receta alguna. Tante Hilde, era la tía abuela de mi suegro, o sea, la tía-bisabuela de mi rubio y por tanto mi tía-bisabuela política. Toma ya! Casi ná, jeje :)
Ya en serio, Hilde fue una tía muy querida que, aunque yo no he tenido la suerte de conocer, sigue muy presente en todos a día de hoy, incluida yo, gracias a todas las anécdotas que cuentan de ella. Una de las razones que hace que la recordemos a menudo es un precioso limonero que tienen mis suegros plantado en el jardín. Cuando vinieron a España desde Alemania hace más de 40 años, se trajeron con ellos un pequeño arbolito de Hilde. Lo sembraron, y creció y creció hasta convertirse en el árbol maravilloso que es hoy (fijaos en la foto y veréis que no exagero). Da muchísimos limones, enormes y con un olor y sabor como nunca había probado antes. Son una verdadera maravilla. Siempre que vamos a su casa nos traemos unos cuantos. Pues bien, en nuestra última visita nos trajimos un buen cargamento, y no quería dejar pasar la ocasión de preparar un rico postre con ellos y honrar, de esta manera, a la querida Tante Hilde. Además, he plantado unas cuantas semillas en una maceta de la terraza para ver si conseguimos continuar con la estirpe limonera de Hilde, también aquí en Madrid :) Creo que es una bonita manera de recordarla y tenerla presente.Y metiéndonos ya en la parte culinaria, quería hacer algo realmente rico con los limones de Hilde y me decidí por este pudding de limón. Sencillo, suave, delicado... Una delicia que creo habría gustado a Hilde y que degustamos en su honor con mucho cariño. Va por tí, Tante Hilde!
Receta ligeramente modificada de Joy of Baking. Para 4 o 5 ramenquines pequeños:
INGREDIENTES
- 140 gramos gramos de azúcar o edulcorante (yo usé eritritol "Sukrin")
 - 30 gramos de mantequilla (normal o ligera)
 - 2 huevos grandes (separados yemas y claras)
 - 1 cucharadita de extracto de vainilla
 - 1 cucharadita de ralladura de limón
 - 30 gramos de harina (yo puse harina de almendra. Me gusta mucho para los postres. En este caso se pone algo menos de cantidad: 15-20 gramos)
 - Sal
 - 60 ml de zumo de limón
 - 160 ml de leche (normal o desnatada)
 
- Primero de todo, ponemos a calentar el horno a 180ºC y engrasamos con un poco de mantequilla unos ramenquines.
- En un bol mezclamos el azúcar (menos dos cucharadas que reservamos para más adelante) y la mantequilla hasta obtener una masa más o menos homgénea.
- Añadimos entonces las yemas y batimos.
- Incorporamos ahora la ralladura de limón y el extracto de vainilla. Y seguimos batiendo.
- A continuación, incluimos la harina y una pizca de sal, y mezclamos bien hasta que la mezcla quede homogénea.
- Por último, añadimos el zumo y la leche y mezclamos. 
- En otro bol batimos las claras con una pizca de sal hasta que queden bastante firmes. Añadimos entonces las dos cucharadas restantes de azúcar y seguimos batiendo hasta llegar a punto de nieve.
- Añadimos ahora las claras montadas a la mezcla anterior con movimientos suaves y envolventes. La mezcla final quedará bastante líquida. No os preocupéis, es así como tiene que ser.
- Sacamos entonces los moldes de la bandeja con agua y dejamos enfriar un poco. Éste es un postre para tomar más bien caliente, o al menos a temperatura ambiente.
- Lo podemos comer directamente de los ramenquines o desmoldarlo. Si nos decantamos por la segunda opción, deberemos esperar a que hayan enfriado del todo o casi, y con la ayuda de un cuchillo despegaremos con suavidad de las paredes del ramenquín antes de desmoldarlo a un plato. Como podéis ver en las fotos, se distinguen muy bien dos texturas. Una más cremosa, tipo flan (en la parte de arriba si desmoldamos), y una algo más abizcochada. Esta mezcla de texturas queda realmente estupenda además de bonita. La verdad es que es éste es un postre para lucirse y disfrutar. Una verdadera delicia.
Qué lo disfrutéis! :)






Bonita historia del limonero, que además está precioso. Y bonito y dulce homenaje.
ResponderEliminarEl puding se ve delicioso.
Besos.
Gracias Sonia! UN beso fuerte :)
Eliminar¿De dónde vinieron? Qué pinta más rica =)
ResponderEliminarVinieron de Alemania! Lo acabo de aclarar más arriba, que no me había dado cuenta, jeje. MIl besos!
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