Uno de los grandes manjares de la cocina andaluza, y de la española en general, es la fritura de pescado. Por desgracia, con esto de la celiaquía mucha gente se la pierde... o mejor dicho se la perdía, ya que ahora tenemos una solución estupenda que además queda genial. Ni más ni menos que la harina de garbanzos! No hace mucho que he empezado a usar este tipo de harina y estoy encantada. Yo no tengo problema con el gluten pero me apetecía probarla porque había oído por ahí que queda fenomenal, en concreto en las frituras. Así que me animé a probar y he de deciros que ha sido un éxito tremendo. No os hacéis idea de lo bien que queda. Super crujiente y aún más deliciosa. Estoy super contenta y deseando probar más platos con este tipo de harina, que además viene genial también para el tema de los carbohidratos porque tiene muchos menos que la harina de trigo convencional. Un acierto seguro que no puedo dejar de recomendaros.
INGREDIENTES (cantidad según número de comensales)
- 300 gramos de anillas de calamar
- Harina de garbanzos
- Sal
- Aceite para freír
- 1 limón
- Escurrimos muy bien las anillas de calamar y las salamos al gusto.
- Las pasamos por la harina. Queremos obtener una capa crujiente, nada más. No queremos que se enmascare el sabor del calamar, que es el protagonista del plato no el rebozado, así que tras pasar por harina los agitamos un poco para retirar el exceso de la misma.
- Cuando el aceite de la freidora esté caliente a la temperatura adecuada, añadimos las anillas rebozadas. Es mejor no echar muchas de golpe, para que no se peguen y se estropee la fritura. Según el tamaño de la freidora (también las podéis hacer en una sartén si no tenéis, obviamente) añadiremos más o menos de una vez.
- Las vamos vigilando y tras unos minutos, cuando veamos que tienen el dorado adecuado a nuestro gusto (este tipo de harina les da un color especialmente bonito y apetitoso) las sacamos y las colocamos sobre un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite y nos quede así una fritura crujiente y ligera, no muy grasienta.
- Por último, las colocamos en la bandeja de servir y añadimos un apretando un limón, añadimos un chorrito del jugo por encima para dar el toque final, para que queden perfectas. Ya veréis qué auténtica delicia!
Me encantan los calamares y aquí por Galicia se toman mucho a la romana, en casa nos encantn, estos te dejaría sin ellos en un plis...Bess
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