El morcillo es una carne estupenda que por desgracia no comemos muy a menudo. Siento que, salvo para añadirla al cocido o preparar ossobuco, es una carne bastante olvidada. Al menos en mi entorno. Es un gran error, ya que es una carne muy jugosa que queda tierna y con un sabor fantástico. Yo me he propuesto usarla más y cocinar otros platos que habitualmente no hago con ella y este ha sido el resultado. Un plato de carne fantástico, muy tierno y jugoso como ya he mencionado, ligero y suave, acompañado de una salsa deliciosa que le dio el punto perfecto. Tenéis que probarlo!
Para 4:
INGREDIENTES
- 1 pieza grande de morcillo (la mía pesaba casi un kg) o en trozos
- 2 bandejas de champiñones (de las de 150-200 gramos)
- 3 zanahorias de buen tamaño
- 1 cebolla grande
- Vino de guisar
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta negra molida
- Lo primero que hacemos es lavar bien los champiñones y cortarlos en trozos. Yos los corté en cuatro partes.
- A continuación, picamos la cebolla finita y pelamos y cortamos las zanahorias en rodajas.
- Si tenemos una pieza grande de morcillo, como yo, la cortamos en trozos más bien grandes (para evitar que se puedan hacer demasiado. Así quedarán más jugosos. En cualquier caso el tamaño es al gusto) y los limpiamos bien de posibles restos de grasa, tendones, etc... Los salpimentamos al gusto.
- Vamos a cocina en la olla exprés, así que cubrimos el fondo de la misma con aceite, y cuando esté bien caliente añadimos los trozos de carne y los doramos. No se tienen que hacer. Solo queremos que cojan algo de color. Entonces los sacamos y los reservamos.
- Ahora añadimos la cebolla en la misma olla. Si hiciera falta, pondremos más aceite.
- Cuando la cebolla empiece a estar tierna, añadimos las zanahorias y dejamos hacer hasta que estas también empiecen a estarlo.
- Seguidamente añadimos la carne y los champiñones con un poquito de sal y mezclamos bien. Dejamos un minuto o dos. Añadimos un buen chorro de vino de guisar y dejamos cocer a fuego fuerte (podemos añadir unas cucharaditas de pan rallado para espesar un poco. Aunque no es totalmente necesario ayudará a obtener una muy buena consistencia final de la salsa).
- Cuando el quiso llegue a ebullición, cerramos la tapa de la olla, y cuando ésta empiece a echar vapor por la válvula, bajamos a fuego medio y dejamos 15 minutos en la olla rápida (serían 30 en la olla tradicional). Pasado el tiempo retiramos del fuego y esperamos a que salga todo el vapor para abrir la olla. Sacamos los trozos de carne y batimos la salsa. Ahora es el momento de rectificar de sal y pimienta. Si la salsa quedara muy espesa, añadiremos agua hasta que obtenga la consistencia que nos guste. Daremos un último hervor rápido a la misma antes de servirla con la carne.
- Ya veréis que carne más rica y jugosa os queda. Acompañada de esta salsa que sabe mucho a champiñón, con el toque dulzón de la zanahoria y el aroma del vino queda genial. Añadid unas patatas fritas y tendréis un plato de diez!
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