Hoy os traigo una de esas recetas de picoteo, para una cena informal delante de la tele o con amigos que tanto nos gustan. Una receta asociada en muchas ocasiones a la comida basura pero que para nada, por lo menos ésta que os traigo yo. Y es que estas alitas de pollo adobadas además de estar buenísimas (bueno no, eso es quedarse muy corto) no llevan apenas ingredientes y desde luego no llevan las mil porquerías que podríais encontrar en un restaurante de comida rápida. Son super fáciles de preparar y quedan increíblemente bien. En serio, nunca pensé que fueran a quedar así de ricas. Tengo que dar las gracias a mi querida Marimar por la receta porque son una maravilla. El único fallo es que hice pocas. La próxima vez por lo menos doble cantidad :)
INGREDIENTES
- Una bandeja de alitas de pollo (o la cantidad que queráis)
- Sal
- Pimentón, dulce, agridulce o picante, el que os guste, pero os recomiendo que sea ahumado para una mayor sabor (yo lo puse agridulce ahumado)
- Orégano
- 5 dientes de ajo
- Agua
- Limpiamos bien las alitas de posibles restos de plumas o suciedad que puedan tener. Las secamos bien con un papel o paño y las colocamos en una bandeja o fuente con fondo. Machacamos unos cuantos dientes de ajo.
- Añadimos la sal, el pimentón y el orégano. Las cantidades son a ojo, pero vamos, que pongáis bastante cantidad. Un truco para saber más o menos, es que la mezcla, cuando ya esté lista, os sepa algo salada. La mía además olía bastante tanto a pimentón como a orégano. Tranquilos que no os vais a pasar. Aquí lo peligroso es quedarse corto de condimento. Rebozamos bien las alitas asegurándonos que quedan bien cubiertas por todos lados.
- Cubrimos con agua (y entonces probamos para saber el punto de sal). Metemos a la nevera durante dos días, removiendo de vez en cuando la mezcla, ya que va a sedimentar. De vez en cuando, cuando pasemos por la nevera, removemos un poco el agua con un tenedor y listo.
- Pasado el tiempo de adobo, colocamos las alitas en una fuente de horno y las metemos a gratinar (yo puse opción calor + grill) durante 10-15 minutos por cada lado. Un poco según el grado de dorado que queramos conseguir.
- Ya veréis qué pasada! Quedan de escándalo, crujientes por fuera, jugosas por dentro y llenas de sabor. Simplemente maravillosas!