Hace ya tiempo que llevo pensando en traer esta receta de croquetas. Y es que, como ya os comenté otra vez, me encantan. Son muy versátiles y hay mil opciones. Por el blog tenéis las deliciosas croquetas de pollo de mi casa de toda la vida y otro día os traeré más variedades que me gustan. Hoy, que es lo que toca, os traigo estas maravillosas de bacalao, muy difícilmente superables, y es que saben a gloria :) Se deshacen en la boca, tienen el salado perfecto y no se qué mas deciros porque solo se me ocurre repetir una y mil veces que son maravillosas. Porque lo son! Así que sin más preámbulos os dejo la receta (muy fácil!) y os animo a que las probéis porque no os vais a arrepentir :)
INGREDIENTES
- Una bandeja de bacalao desmigado desalado de unos 250 gramos (yo la compré en Aldi)
- Una cebolla pequeña
- Aceite de oliva
Para la bechamel (aquí tenéis la receta, aunque yo la suelo hacer siempre "a ojo")
- Mantequilla (más o menos una cucharada colmada)
- Harina (más o menos un par de cucharadas)
- Leche (yo la pongo desnatada). La que pida según las cantidades anteriores para que quede del espesor deseado)
- Una pizca de sal
- Lo primero que hago es preparar el relleno de bacalao. El bacalao ya viene desalado así que no echo nada de sal y queda en su punto. Primero picamos una cebolla y la ponemos a dorar en una sartén con un poco de aceite.
- Cuando empiece a estar tierna la cebolla, y doradita, añadimos el bacalao, que aunque viene desmigado yo lo troceo un poco más. Removemos y dejamos hacer a fuego no muy fuerte un par de minutos. Recomiendo de vez en cuando para que no se pegue. Se hace en seguida. Retiramos del fuego y dejamos enfriar.
- Mientras tanto, preparamos la bechamel. No me enrollo porque podéis encontrar la receta en este enlace.
- Cuando la tengamos lista, mezclamos el sofrito de bacalao con la cantidad que queramos de bechamel en un bol. Lo tapamos con un film (que toque la mezcla, así no saldrá costra) y dejamos enfriar. Yo lo meto en la nevera una vez deja de estar muy caliente.
- Cuando esté bien fría y la mezcla endurecida (para poder manejarla bien), procedemos a hacer las croquetas. También podéis hacer la mezcla un día y las croquetas al día siguiente. Eso es muy cómodo y lo que suelo hacer yo para que se endurezca bien y no ir con prisas (luego hay desastres al freírlas, cuando se van deshaciendo por no haberlas dejado endurecer lo suficiente, jeje).
- Para preparar las croquetas cogemos un poco de masa, la rebozamos en huevo batido (con o sin una pizca de sal).
- Después la pasamos por pan rallado, impregnando bien para que quede toda bien rebozadita, y las damos forma.
- Yo esta vez las hice redondas.
- Las ponéis sobre un papel de cocina para retirar el exceso de aceite y las pasáis al plato o fuente de servir.
- Quedan tan buenas que nunca sobran. Y mira que siempre hago un montón pensando en que sobre alguna para otro día... pero nunca! Jaja! Es que está de miedo. No os las perdáis!