Desde que vivo en Dinamarca me he reconciliado con ciertos ingredientes y he descubierto otros nuevos. Es el caso concreto de muchos tubérculos y otras hortalizas, de invierno principalmente, que aquí abundan y se encuentran de forma habitual en los mercados. Eso, y el hecho de que suelen tener mejores precios que muchas otras verduras de importación me han animado a, como digo, probar cosas nuevas.
Mi último descubrimiento ha sido el tupinambo o alcachofa de Jerusalén, o como lo llaman aquí: jordskokker. Pensaba que nunca antes lo había oído nombrar, pero sí. Ahora recuerdo cuando hace años leía recetas francesas en las que cocinaban con "topinambour" y yo me preguntaba una y otra vez qué sería aquello, y nada de nada, receta que tenía que descartar porque no sabía lo que era. Y es que si lo traducía, tampoco sabía qué era un tupinambo. Yo no sé vosotros, pero en España nunca lo he visto ni he tenido noticias sobre este tubérculo. Es gracioso lo del nombre: alcachofa de Jerusalén, porque ni es una alcachofa, (no se puede parecer menos), ni es de Jerusalén, es americana, jeje. Es, repito, un tubérculo. Por lo visto se asemeja también en ciertas propiedades a las castañas. Eso he leído en algún sitio... No se...
Como cualquier tubérculo queda bien en guisos y al horno. Es un buen sustituto de la patata, por ejemplo. Se puede usar en cualquier plato cocinado de igual forma y queda muy parecido y muy rico, y además aporta muchos menos hidratos y su índice glucémico es mucho más bajo, para quien le interese. Esta vez lo he cocinado acompañando a unos muslos de pollo al horno junto con chirivía (otros de mis descubrimientos en Dinamarca), que ya he usado más veces. Queda un plato completo y riquísimo. Estas hortalizas tienen un sabor suave muy rico, y asadas en el horno, en mi opinión, es como mejor quedan. Y con un poquito de especias ya ni os cuento.
Mi último descubrimiento ha sido el tupinambo o alcachofa de Jerusalén, o como lo llaman aquí: jordskokker. Pensaba que nunca antes lo había oído nombrar, pero sí. Ahora recuerdo cuando hace años leía recetas francesas en las que cocinaban con "topinambour" y yo me preguntaba una y otra vez qué sería aquello, y nada de nada, receta que tenía que descartar porque no sabía lo que era. Y es que si lo traducía, tampoco sabía qué era un tupinambo. Yo no sé vosotros, pero en España nunca lo he visto ni he tenido noticias sobre este tubérculo. Es gracioso lo del nombre: alcachofa de Jerusalén, porque ni es una alcachofa, (no se puede parecer menos), ni es de Jerusalén, es americana, jeje. Es, repito, un tubérculo. Por lo visto se asemeja también en ciertas propiedades a las castañas. Eso he leído en algún sitio... No se...
Como cualquier tubérculo queda bien en guisos y al horno. Es un buen sustituto de la patata, por ejemplo. Se puede usar en cualquier plato cocinado de igual forma y queda muy parecido y muy rico, y además aporta muchos menos hidratos y su índice glucémico es mucho más bajo, para quien le interese. Esta vez lo he cocinado acompañando a unos muslos de pollo al horno junto con chirivía (otros de mis descubrimientos en Dinamarca), que ya he usado más veces. Queda un plato completo y riquísimo. Estas hortalizas tienen un sabor suave muy rico, y asadas en el horno, en mi opinión, es como mejor quedan. Y con un poquito de especias ya ni os cuento.
INGREDIENTES
- Muslos de pollo
- Chirivías o pastinacas (foto superior derecha)
- Alcachofas de Jerusalén o tupinambos (foto inferior derecha)
- Cebolla
- Aceite de oliva
- Vino blanco
- Orégano
- Sal
- Limón
PREPARACIÓN
- Salpimentamos los muslos de pollo y les echamos orégano al gusto por encima. Los ponemos en una fuente, echamos un chorro de aceite por enicma (lo distribuimos bien por todo el muslo) y metemos al horno fuerte (unos 230 - 250ºC) para que se tuesten.
- Mientras tanto, pelamos las hortalizas y en otra fuente ponemos una cama de cebolla cortada finita, y trozos de chirivía y tupinambos. No hace falta que sean tan finos como la cebolla porque se hacen más bien rápido (más que la patata). Salamos y echamos un chorro de aceite por encima.
- Sacamos el pollo del horno cuando veamos que toma color, (no necesitará mucho tiempo para ello), y metemos la fuente con las hortalizas, esta vez a unos 180 - 200. Dejamos que se vayan haciendo un rato hasta que veamos que empiezan a estar tiernas, pero no del todo, que después hay que volver a meterlas con el pollo. Lo justo para que se ablanden un poco y cojan color (Ojo: estas hortalizas son bastante blancas y no toman mucho color en ningún momento. Quedan más pálidas que las patatas. Es mejor que las pinchéis para saber si están hechas y así no os paséis de tiempo).
- Sacamos la bandejas con las hortalizas y ponemos los muslos de pollo encima. Añadimos también el juguito que haya soltado el pollo más el resto del aceite que haya quedado en la fuente. A continuación echamos un buen chorro de vino blanco por toda la fuente y un chorro de limón sobre el pollo. También podemos añadir unas rodajas.
- Volvemos a hornear a 180 - 200ºC hasta que veamos que el pollo está bien dorado, y las hortalizas completamente hechas (las pinchamos).
Qué delicia de plato! Ummmm!!!
Qué lo disfrutéis! :)
- Salpimentamos los muslos de pollo y les echamos orégano al gusto por encima. Los ponemos en una fuente, echamos un chorro de aceite por enicma (lo distribuimos bien por todo el muslo) y metemos al horno fuerte (unos 230 - 250ºC) para que se tuesten.
- Mientras tanto, pelamos las hortalizas y en otra fuente ponemos una cama de cebolla cortada finita, y trozos de chirivía y tupinambos. No hace falta que sean tan finos como la cebolla porque se hacen más bien rápido (más que la patata). Salamos y echamos un chorro de aceite por encima.
- Sacamos el pollo del horno cuando veamos que toma color, (no necesitará mucho tiempo para ello), y metemos la fuente con las hortalizas, esta vez a unos 180 - 200. Dejamos que se vayan haciendo un rato hasta que veamos que empiezan a estar tiernas, pero no del todo, que después hay que volver a meterlas con el pollo. Lo justo para que se ablanden un poco y cojan color (Ojo: estas hortalizas son bastante blancas y no toman mucho color en ningún momento. Quedan más pálidas que las patatas. Es mejor que las pinchéis para saber si están hechas y así no os paséis de tiempo).
- Sacamos la bandejas con las hortalizas y ponemos los muslos de pollo encima. Añadimos también el juguito que haya soltado el pollo más el resto del aceite que haya quedado en la fuente. A continuación echamos un buen chorro de vino blanco por toda la fuente y un chorro de limón sobre el pollo. También podemos añadir unas rodajas.
- Volvemos a hornear a 180 - 200ºC hasta que veamos que el pollo está bien dorado, y las hortalizas completamente hechas (las pinchamos).
Qué delicia de plato! Ummmm!!!
Si quieres, también me encuentras en Facebook :-)
me encanta tu receta y por eso me voy a quedar por aqui para ver tus recetas, un saludo y te espero en " Mi pequeño rincon" , http://carew82000.blogspot.com.es/
ResponderEliminarMuchas gracias Pedro! Encantada de tenerte por aquí :) Ahora mismo me paso por tu blog. Un beso!
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