La receta de hoy es otra más de las heredadas de mi madre. Una de sus grandes recetas, de nuestras favoritas de siempre. Siempre que preparaba este plato de conejo nos volvíamos locos de alegría, mis hermanos y yo, y siempre, siempre le decíamos que porqué lo hacía tan pocas veces... Ni es especialmente difícil, ni larga, ni cara... pero no sé porqué no lo comíamos muy a menudo a pesar de que nos encantaba. Además, nunca comíamos conejo de otra manera. Esta era la receta que preparaba mi madre. La única. Tampoco se porqué. El hecho es que nos gustaba tanto que no echábamos de menos comerlo de otra manera y como no lo hacía menudo preferíamos que fuera cocinado así. Ahora yo la preparo en casa e intento hacerlo cada no mucho porque al alemán también le encanta y aprovecho mi planta de tomillo, jeje. Se que tengo que probar a preparar nuevas recetas con conejo, porque las hay muy ricas, riquísimas... pero es que esta sale taaan bien que siempre lo pospongo, igual que hacía (y hace) mi madre :)
En serio, animaros a probar porque os va a encantar. Además la carne de conejo es una carne muy rica y sana, con poca grasa y mucho sabor. Y encima a muy buen precio! No se puede pedir más! A por ella!
INGREDIENTES
- 1 conejo en trozos
- un par de cebollas (sed generosos con la cebolla :D )
- un par de buenos manojos de tomillo en rama
- Aceite de oliva
- Vino de guisar
- Sal
- Pimienta negra molida
- 1 cucharada de pan rallado (o harina) para ligar la salsa
- Arroz blanco y champiñones laminados para la guarnición
- Empezamos dorando la carne, previamente salpimentada al gusto, en una cacerola con un poco de aceite de oliva ya caliente. Se trata de dorar nada más, no hay que hacerla, así que en cuanto coja color, la retiramos a un plato y la reservamos.
- En la misma cacerola, añadiendo algo más de aceite si hiciera falta, ponemos a dorar la cebolla cortada en rodajas.
- Cuando esté lista, volvemos a meter los trozos de conejo, añadimos el pan rallado y removemos.
- A continuación, añadimos las ramas de tomillo y cubrimos con vino. Cuando llegue a ebullición bajamos un poco el fuego y dejamos que hierva de una manera moderada, con la tapa puesta, al menos media hora. De vez en cuando cogeremos la cacerola por las asas y menearemos un poco para ayudar a ligar la salsa y que no se pegue. Podemos dejar un poco abierta la tapa para ayudar a que reduzca el líquido.
- Con este plato no hay que tener prisa. Hay que dejar que se haga tranquilamente hasta obtener el punto perfecto en que la salsa esté bien ligada, la carne hecha y con color y todo bien impregnado del maravilloso aroma del tomillo. Ya os adelanto que este plato además de saber a gloria sabe a gloria. Al final necesitaréis casi seguro unos 45 minutos y probablemente y según las cantidades que echéis vosotros, algo más de tiempo. Merece la pena la espera, os lo aseguro.
- Mientras se hace el conejo preparamos un arroz blanco con champiñones. Así es como nosotros lo acompañamos siempre en casa. El arroz bañado por la salsa es una maravilla. Y es que, por si aún no os he convencido del todo deciros que la salsa de este plato es fabulosa. Preparad pan! :) Bueno, pues ponemos una pizca de aceite en una cazuela y doramos el ajo.
- Añadimos los champiñones y rehogamos.
- Añadimos entonces el arroz y cubrimos con agua. Cuando el arroz esté tierno y el agua consumida, apagamos y tapamos con un paño de tela para absorber el vapor restante y que no quede caldoso.
- Para servir, colocamos una buena ración de arroz con champiñones junto a varios trozos de conejo y regamos todo con la salsa. Añadimos unas ramas de tomillo. Me encanta chuparlas. Al estar mojadas en la salsa son una delicia, jeje. Como veis queda un plato de lo más resultón, completo y absolutamente delicioso.
- En la misma cacerola, añadiendo algo más de aceite si hiciera falta, ponemos a dorar la cebolla cortada en rodajas.
- Cuando esté lista, volvemos a meter los trozos de conejo, añadimos el pan rallado y removemos.
- A continuación, añadimos las ramas de tomillo y cubrimos con vino. Cuando llegue a ebullición bajamos un poco el fuego y dejamos que hierva de una manera moderada, con la tapa puesta, al menos media hora. De vez en cuando cogeremos la cacerola por las asas y menearemos un poco para ayudar a ligar la salsa y que no se pegue. Podemos dejar un poco abierta la tapa para ayudar a que reduzca el líquido.
- Con este plato no hay que tener prisa. Hay que dejar que se haga tranquilamente hasta obtener el punto perfecto en que la salsa esté bien ligada, la carne hecha y con color y todo bien impregnado del maravilloso aroma del tomillo. Ya os adelanto que este plato además de saber a gloria sabe a gloria. Al final necesitaréis casi seguro unos 45 minutos y probablemente y según las cantidades que echéis vosotros, algo más de tiempo. Merece la pena la espera, os lo aseguro.
- Mientras se hace el conejo preparamos un arroz blanco con champiñones. Así es como nosotros lo acompañamos siempre en casa. El arroz bañado por la salsa es una maravilla. Y es que, por si aún no os he convencido del todo deciros que la salsa de este plato es fabulosa. Preparad pan! :) Bueno, pues ponemos una pizca de aceite en una cazuela y doramos el ajo.
- Añadimos los champiñones y rehogamos.
- Añadimos entonces el arroz y cubrimos con agua. Cuando el arroz esté tierno y el agua consumida, apagamos y tapamos con un paño de tela para absorber el vapor restante y que no quede caldoso.
- Para servir, colocamos una buena ración de arroz con champiñones junto a varios trozos de conejo y regamos todo con la salsa. Añadimos unas ramas de tomillo. Me encanta chuparlas. Al estar mojadas en la salsa son una delicia, jeje. Como veis queda un plato de lo más resultón, completo y absolutamente delicioso.
Qué lo disfrutéis! :)
En casa hay costumbre de comer conejo y, aunque hay mucha gente a la que no le gusta, yo lo prefiero al pollo. Haces bien de preparar mucho más la receta de tu madre. Es seguro deliciosa y bien sana.
ResponderEliminarUn beso y feliz fin de semana.
Hola Marisa! Pues sí, la carne de conejo es estupenda, muy sana y deliciosa. Quiero probar más recetas pero como digo ésta es pura adicción u cuesta no hacerla, jeje. Aún así, probaré más. Me alegra que te haya gustado. Un beso fuerte y feliz fin de semana!
EliminarMuy rica =D Qué gracia, se parece a una receta de mi madre, pollo a la canela, que originariamente era con conejo, pero por alguna razón acabamos haciendo más a menudo con pollo; pero también tenía champis y eso y lo comemos con arroz blanco, a veces con jamón york y tortilla francesa en trocitos en el arroz. Besos
ResponderEliminarJO, pues eso suena a gloria pura. Habrá que probarlo, no? :) Esta es, como cuento arriba, la única receta de conejo que ha hecho mi madre en su vida. Y esque es tan rica que nunca le dejamos que cambie, jeje. Besos!
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