Pocas cosas hay como un buen pollo al horno, con su piel tostadita y acompañado de unas deliciosas patatas guisadas recibiendo todo el aroma del mismo y el del vino. Si además ponemos contramuslos, queda especialmente jugoso. Jugoso por dentro y crujiente por fuera. Sin duda un favorito de mi casa y de muchas otras, que apetece en todo momento, del que nunca te cansas y siempre recibes con ganas. Ideal tanto para niños como para adultos. Para una comida familiar de domingo ideal.
INGREDIENTES
- 2 contramuslos de pollo
- 1 limón
- Sal
- Orégano
- Aceite de oliva
- Vino blanco
- 2 patatas
- Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas finas. Las colocamos en una fuente con sal y un buen chorro de aceite y las metemos al horno a 200ºC durante 15 minutos. Entonces sacamos las fuente y la reservamos.
- Cuando la piel esté perfectamente dorada y crujiente, apagamos y sacamos del horno. Servimos inmediatamente. Qué plato más delicioso!
No hay comentarios:
Publicar un comentario