En agosto fue el cumpleaños de mi sobrino Martín. Martín siempre será muy especial para mí porque fue mi primer sobrino y desde muy bebé tuvimos un vínculo especial. Además, hoy, 10 años después, es el único chico y eso le hace doblemente especial, jeje. El pobre tiene que lidiar con solo chicas, hermana y primas, que le tienen loquito :) Entre eso y que cumplía 10 años, una fecha redonda en la que "ya es mayor", quería hacerle una sorpresa especial y para eso ideé esta tarta que tengo que decir que me quedó como ninguna. Yo misma voy notando como mejoro y creo que con esta tarta se notó especialmente tanto por cómo quedó de bonita como por lo buena que estaba. Requiere algo de tiempo pero merece la pena porque queda genial.
INGREDIENTES (cantidad según número de comensales)
*Para el bizcocho genovés de cacao
- 6 huevos Xl que pesaron 390 gramos
- 195 gramos de azúcar (la mitad del peso de los huevos)
- 155 gramos de harina
- 40 gramos de cacao en polvo (sin azúcar añadido) (junto con la harina hacen 195 gramos, la mitad del peso de los huevos)
- 500 ml de nata para montar, 35% materia grasa (debe estar muy fría)
- 120 gramos de azúcar
- 50 gramos de azúcar
- 50 ml de agua
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
- 270 gramos de chocolate negro para postres
- 450 ml de nata para montar (35% materia grasa)
- Primero preparamos el bizcocho de igual manera que lo preparé para la tarta que rosa de Tula. Cuando este listo el bizcocho lo dejamos enfriar del todo y mientras nos ponemos a preparar el resto de cosas.
- Para hacer el almíbar ponemos a calentar el agua con el azúcar en un cazo. Cuando llegue a ebullición añadimos la esencia de vainilla y dejamos hervir 1 minuto más. Entonces lo retiramos del fuego y lo dejamos enfriar.
- Para preparar la nata montada necesitamos que la nata esté muy fría (al menos 24 horas en la nevera). Batimos con las varillas primero a velocidad no muy alta y vamos incorporando el azúcar poco a poco y subiendo la velocidad. A velocidad máxima batimos hasta que las varillas dejen marca en la nata y la nata pegada a las varillas no se caiga de éstas.
- Cuando el bizcocho esté frío, lo cortamos por la mitad de manera transversal para obtener dos planchas. Sí os ha quedado un poco puntiagudo, como me pasó a mí, cortáis también un poco la superficie para que quede plana.

- Para montar la tarta, empapamos la primera plancha de bizcocho con el almíbar. A continuación ponemos una capa generosa de nata montada.
- Ponemos la otra plancha de bizcocho encima y la calamos también por la parte que hemos cortado para igualar la altura. La tarta ya está montada y solo queda añadir el ganache de chocolate y la decoración.
(NOTA: si hemos tenido que cortar un poco la superficie de la capa de arriba del bizcocho para igualar, al echar el ganache evitaremos echarlo por esta zona. Esperaremos a que esté algo más denso para echarlo por aquí. Así evitaremos que lo absorba el bizcocho. Solo queremos que quede por encima, como otra capa más. Ver las fotos).
- Por último, cuando la tarta esté fría, con el ganache ya endurecido, pasamos a decorar con los lacasitos (este paso también lo podéis hacer justo antes de servir).
- Como veis es una tarta que requiere algo de tiempo pero que no es especialmente complicada. queda riquísima y muy bonita y a los niños les encantará. Mi sobrino Martín quedó encantado y yo, por tanto, también :)
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