Este otoño me propuse por un lado hornear más y por otro utilizar mucho la calabaza, sobre todo en repostería, y lo estoy cumpliendo. Parecidas al las magdalenas que os traje por Halloween, estas de hoy llevan espelta, que sabéis que me encanta, y aceite de coco, que ya tenía ganas de probar en repostería y que me ha dejado encantada. Las especias sabéis que son un esencial de mi cocina y me encanta usarlas en repostería y más con calabaza. Quedan tan bien! Esta vez no fue excepción y además de riquísimas estas magdalenas quedaron muy esponjosas. Como siempre con ese toque ligero y saludable. Qué más se puede pedir?!
INGREDIENTES
- 100 gramos de harina de espelta integral
- 70 gramos de harina de avena
- 30 gramos de salvado de avena
- 200 gramos de puré de calabaza asada (o cocida)
- 160 gramos de azúcar moreno (yo edulcorante equivalente en igual cantidad)
- 1/2 sobre de levadura Potax (son gasificantes) (o levadura química)
- 2 huevos
- 70 ml de yogur (yo lo puse desnatado)
- 60 ml de aceite de coco (o cualquier otro aceite)
- 1 cucharadita de canela
- 1/2 cucharadita de jengibre
- 1 pizca de nuez moscada
- En un bol mezclamos los huevos y batimos muy bien. A continuación añadimos el yogur y el aceite de coco y volvemos a batir. Y por último, añadimos el puré de calabaza. Batimos.
- En otro bol mezclamos las harinas, el salvado, la levadura y las especias.
- Tamizando, lo incorporamos poco a poco a la mezcla anterior, batiendo muy bien .
- Cuando tengamos una masa homogénea y sin grumos, rellenamos los moldes de magdalena que previamente habremos engrasado. Metemos al horno ya caliente a 180ºC, 20 minutos.
- Pasado el tiempo sacamos del horno y dejamos enfriar las magdalenas sobre una rejilla. Ya veréis qué ricas y que olor más delicioso desprenden. En una lata o recipiente hermético aguantan muy bien varios días, aunque no creo que duren tanto :)
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