Esta tarta que os presento hoy fue muy especial. Y es que fue la tarta que preparé para mi 37 cumpleaños, allá por octubre (por unas cosas u otras he tardado un montón en preparar la receta!), y bueno, una no cumple años todos los días y a mí me hace mucha ilusión. La tarta no lleva ni azúcar por mí, ni leche por mi sobrina pequeña. Tampoco lleva gluten, aunque esto no lo hice a propósito. Me apeteció usar almendras y resultó de esta manera. Ideal por tanto para diabéticos, intolerante a la leche o la lactosa y celíacos. También para los que llevan dietas bajas en hidratos de carbono. Pero lo más importante es lo buena que está. De verdad, quedó impresionante. Mucho mejor de lo que esperaba. El bizcocho es básicamente una tarta de Santiago esponjosa. Tenía miedo de que me quedara apelmazada, más como la original y no me cundiera lo suficiente ni la pudiera rellenar, pero no. Al final salió como quería y quedó genial. El relleno de crema le dio un toque sutil y delicioso. Y la guinda del pastel fue el recubrimiento con almendra laminada, que dio aportó aroma y dio un toque crujiente. En serio, no podéis dejar de probarla!
INGREDIENTES
- 225 gramos de almendra molida
- 200 gramos de azúcar o edulcorante equivalente en igual cantidad (eritritol en mi caso)
- 4 huevos XL
- 2 cucharadas de maizena (harina de maíz) (lo hice un poco a ojo. Más o menos esa cantidad)
- 1 sobre de levadura potax (es gasificante)
- ralladura de medio limón
- 500 ml de bebida de soja (o leche)
- 4 yemas de huevo
- 1 vaina de vainilla
- 120 gramos de azúcar o edulcorante equivalente en igual cantidad (eritritol en mi caso)
- 40 gramos de maizena
- 1 bolsa de almendras fileteadas o laminadas para decorar
- Empezamos preparando el bizcocho. Para ello, batimos separamos las yemas y las claras de los huevos y batimos las yemas junto con el azúcar y la ralladura de limón.
- En otro bol mezclamos la almendra, la maizena y la levadura e incorporamos, tamizando poco a poco a la mezcla anterior.
- Mezclamos y trabajamos la masa poco a poco. En este punto nos va a quedar una masa densa, incluso dura, tipo mazapán.
- Batimos las claras con una pizca de sal hasta que queden a punto de nieve.
- Vamos añadiendo las claras poco a poco. Primero os recomiendo añadir como un cuarto de cantidad o algo más, que vais a tener que mezclar sin preocuparos de que se bajen las claras. El objetivo ahora es ablandar la masa. Cuesta un poco de trabajo pero se consigue. Vamos añadiendo más clara poco a poco. y cuando veamos que la masa es más manejable, incorporamos el resto de claras de la manera habitual: con cuidado y movimientos envolventes para no perder el aire que hay dentro de ellas. Éstas, junto con la maizena y el gasificante, son las que van a marcar la diferencia entre que la tarat nos quede densa, como una tarta de Santiago, o esponjosa como un bizcocho. Nosotros buscamos la segunda opción.
- Cuando tengamos una masa suave y homogénea la vertemos sobre un molde previamente engrasado y metemos al horno ya caliente a 180ºC arriba y abajo durante unos 35 minutos.
- Para comprobar que el bizcocho está en su punto pinchamos con un palillo en el centro. Una vez, listo, sacaremos el bizcocho, desmoldaremos cuando enfría un poco y dejaremos terminar de enfriar sobre una rejilla.
- Mientras se hornea el bizcocho preparamos la crema pastelera. Podéis ver cómo prepararla en la receta de la tarta de hojaldre con crema y frutos del bosque que preparé hace un tiempo.
Cuando esté lista, la pasamos a un bol, la tapamos con papel film y la dejamos enfriar por completo.
- Cuando el bizcocho y la crema se hayan enfriado del todo procederemos a montar la tarta. Para ello, Cortamos el bizcocho en dos planchas (si la superficie del bizcocho a quedado algo puntiaguda, cortaremos también en poco de la misma para aplanarla). Colocamos una de las placas sobre una base y la untamos generosamente con crema pastelera.
- A continuación, colocamos la otra plancha encima y untamos con crema tanto la superficie como los bordes de la tarta.
- Por último, decoramos con las almendras fileteadas. Éstas se colocan fácilmente al ir pegándose a la crema. Podemos poner unas almendras enteras en la superficie como toque final. Una vez lista la tarta la metemos en la nevera hasta el momento de servir.
- Solo os puedo sugerir que no dejéis de probarla porque quedó realmente rica. En serio, una delicia!
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