Hace tiempo que tenía pendiente preparar algo dulce con remolacha. Lo tenía claro, quería hacer un bizcocho, ya que en numerosas ocasiones había visto por la red un montón de opciones estupendas utilizando este vegetal, que además a mí me encanta. Y un día hace unas semanas resultó que en el bazar marroquí al que suelo ir tenían las remolachas, así que no lo pensé dos veces y me llevé unas cuantas. Me puse manos a la obra y preparé un fantástico bundt cake, ya sabéis, ese bizcocho preparado en un molde redondo con el hueco en medio, uno que por cierto, aún no había tenido ocasión de estrenar. El resultado no pudo ser mejor me salió uno de los bizcochos más esponjosos que he hecho nunca, con un sabor delicioso a cacao , un toque de vainilla y, por supuesto, remolacha. No muy intenso, perfecto. Si os gusta este ingrediente os va a encantar. No os lo podéis perder!
INGREDIENTES
- 125 gramos de remolacha asada o cocida
- 125 gramos de harina de avena
- 125 gramos de azúcar moreno o edulcorante equivalente en igual cantidad
- 30 gramos de cacao puro en polvo sin azúcar añadido
- 8 gramos de levadura química o gasificante (yo puse levadura potax)
- 1 huevo + 1 clara
- 150 gramos de aceite de oliva
- 1 cucharadita de extracto de vanilla
- 1 pizca de sal
- Empezaremos preparando la remolacha. Yo la asé en el horno. Para ello, tenemos que pelar las remolachas y cortarlas en trozos. Las metemos al horno a 200ºC durante al menos una hora. Tardan bastante en hacerse bien. Tienen que quedar blandas para poder triturarlas y obtener un puré También las podéis cocer. Cuando esté listas, las trituramos con la batidora.
- En un bol mezclamos la harina, el cacao y la levadura, y reservamos.
- Por otro lado, batimos con las varillas el azúcar con el aceite.
- Seguidamente añadimos el huevo, la sal y la esencia de vainilla, y volvemos a batir.
- A continuación, incorporamos el puré de remolacha. Batimos bien.
- Por último, echamos la mezcla de harina, tamizándola. Mezclamos bien.
- Vertemos la masa en un molde previamente engrasado y horneamos en el horno ya caliente a 180ºC arriba y abajo, 35 minutos. Para comprobar que está bien hecho, pincharemos con un palillo. Si le falta, lo dejamos entre 5 -10 minutos más (Con las cantidades que os pongo, en 35 minutos estará perfecto. Si ponéis doble de cantidad, por ejemplo. Necesitará probablemente unos 10 minutos más). Para evitar que se nos queme, a mitad de horneado o si vemos que se empieza a dorar demasiado pondremos un trozo de papel de aluminio por encima.
- Cuando esté listo, sacamos el bizcocho del horno y esperamos unos minutos a que enfríe (unos 10 minutos). Entonces lo desmoldaremos y dejaremos que termine de enfriar sobre una rejilla. Lo podéis comer en el momento o, mejor, dejarlo reposar hasta el día siguiente. Ya veréis que rico y qué esponjoso queda. Un bizcocho de diez!
Tiene que estar riquisimo!!
ResponderEliminarUn beso